Abortar o no abortar . . . esa es la cuestión

Este es un tema delicado, aunque a mi parecer, es muy simple.
 Hasta hace relativamente poco no tenía ni idea de la ley del aborto, supongo que porque nunca me ha interesado demasiado la política pero aquí, la cosa se pone seria. Estamos hablando de una vida, aunque yo prefiero hablar de dos, porque si vas a traer una criatura al mundo pero decides no hacerlo, te llevas la vida de eso a lo que llamarías tu hijo pero ahí también va una parte de ti que nunca se recuperará. Al mismo tiempo, si vas a tener un hijo pero no quieres tenerlo, una parte de ti vivirá condenada toda tu vida y a la vez, condenarás a tu hijo.
Por esto yo pienso que es muy difícil decir cuando es lógico y cuando no abortar porque no sabemos las condiciones, los pensamientos, los sentimientos o las inquietudes de la madre. 
Respecto a la ley, supongo que, si eres menor y quieres abortar, no estaría mal que tus padres fueran conscientes de ello, lo que no se puede hacer es que esa decisión dependa de ellos porque repito, nadie sabe la situación por la que puede estar pasando esa chica.
Lo que también pienso es que no se debe juzgar a las personas ni por tener un hijo siendo menor ni por abortar, cada uno sabe lo que se hace, cada uno es dueño de su vida y, en parte, dueño de la de su hijo, pero eso ya es . . . .  ¿otra movida?
-El ejército de la sonrisa 

Guardo todas esas fotos rotas de victorias y derrotas.

Cuando decimos que la gente no cambia, los científicos se echan las manos a la cabeza, porque el cambio es la única constante en la ciencia.
 La energía, la materia, siempre están cambiando, metamorfoseándose, fusionándose, creciendo, muriendo. Lo antinatural es que las personas intentemos no cambiar, que queramos aferrarnos a como era todo antes en vez de dejar que sea lo que es, que queramos aferrarnos a viejos recuerdos en lugar de generar otros ,que insistamos en creer que , pese a los indicios científicos, todo en la vida es permanente. 
El cambio es constante, cómo vivamos ese cambio depende de nosotros. Puede parecernos la muerte o una segunda oportunidad en la vida. Si nos relajamos y nos dejamos llevar puede parecernos pura adrenalina, como si en cualquier momento tuviéramos otra oportunidad como si en cualquier momento pudieramos nacer de nuevo.

-El ejército de la sonrisa