Y esta es la verdad, que aunque tengamos clase de ética a primera, como dice nuestro profe, los miércoles salimos de clase con algo interesante que contar. Aprender, aprendemos, eso es verdad, y así, ya tenemos tema de conversación para los botellones.
Cuando empezó el curso no sabía lo que era "ética" , pensaba que iba a ser tipo " Educación para la ciudadanía", donde nos enseñaron que todos nos tenemos que respetar y cosas así pero ahora es de las pocas clases que no me gusta perderme porque al final si no es por el profe es por los compañeros, siempre me echo unas risas.
Lo mejor de la clase de ética es que siempre aprendemos algo, y por lo menos en mi caso, me gusta lo que aprendo, además, en los exámenes "prácticos" acabamos pensando y al ser esto algo inusual, al menos yo me siento "realizada" y siempre me queda esa duda de si he pensado "bien o mal".
Lo peor de la clase de ética es que solo tenemos una hora a la semana y con las huelgas del primer trimestre que casi siempre caían en miércoles ( día en que yo tengo clase de ética ) nos hemos perdido muuuchas horas. Por lo demás no creo que haya "algo concreto" que no me guste si no que depende de lo que estemos dando, se me hace más entretenido o menos.
¡AH! Se me olvidaba, otra de las cosas que me gustan es que en los exámenes de opción múltiple siempre, una de las posibles respuestas de alguna de las preguntas incluyen un d) El marsupiliani o c) El barrio de San Blas y aunque parezca una tontería, a mí me hace reírme, y al reírme, me relajo y me salen mejor los exámenes.
PD: También me hizo ilusión que mi profe comiese albóndigas el mismo día que yo
#Elejércitodelasonrisa
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